Por Erick de la Cruz Rojas
Publicado en agosto 18º 2020
Hablar de una nueva realidad hoy se ha vuelto cada vez más común. Y es que cada uno de nosotros ha tenido que adaptarse a los nuevos esquemas que hoy ya son cotidianos, como el trabajo en casa, educación a distancia, empresas transformándose hacia lo digital, consumo de diversos productos y servicios a través Internet, entre muchas otras nuevas formas en la que la tecnología se ha vuelto parte de nuestras vidas.
Y en esta nueva realidad, los operadores de telecomunicaciones han jugado un papel muy importante, y sin duda se han convertido en el centro de atención debido a la creciente demanda de conectividad.
Durante el primer trimestre del año, los operadores superaron el inicio de la pandemia, incluso con un crecimiento bastante positivo. Sin embargo, el impacto que habíamos anticipado, lamentablemente se hizo notable, con una caída de -5.4% en sus ingresos durante el segundo trimestre.
El mayor impacto provino de una caída en los ingresos de equipo celular, con un decrecimiento de -35%. Esto debido a la interrupción de las actividades comerciales de las tiendas y centros de atención al cliente de los operadores, los cuales fueron catalogados como actividades no esenciales durante las semanas de semáforo rojo en el país.
Por otro lado, los ingresos provenientes de servicios móviles de prepago, que representan aproximadamente un 70% del ingreso de los operadores móviles, se vieron afectados por el confinamiento, afectando el ingreso promedio por usuario o ARPU de sus siglas en inglés, y por tanto los ingresos totales de este segmento.
En el otro lado, el número de suscriptores de banda ancha fija aumentó ante la necesidad de mantener las operaciones de múltiples organizaciones que enviaron a laborar a su personal desde casa. También, algunas instituciones de educación, sobre todo privadas, mantuvieron las actividades educativas a distancia utilizando videoconferencias e Internet. La suma de estos detonó la necesidad de contratar o incrementar los anchos de banda en los hogares, lo que benefició en su mayoría a las empresas de cable, pero también al resto de los operadores de servicios fijos.
Figura 1. Desempeño de los operadores de Telecom al 2T20
Respecto a la inversión en infraestructura de telecomunicaciones, los operadores se han mostrado cautos. Por una parte, enfocando esfuerzos de inversión en las zonas que se identifican con mayor tráfico, a fin de garantizar la disponibilidad de la red; por otra parte, invirtiendo en la medida en que crece la base instalada de clientes, principalmente la asociada a servicios de banda ancha fija.
Un aspecto positivo para destacar en los operadores es el apoyo que han dado a clientes, tanto del sector residencial como empresarial, absorbiendo parte del impacto ofreciendo promociones, planes más accesibles, periodos de gracia y algunas otras facilidades para no descontinuar los servicios durante la contingencia.
¿Hacia dónde vamos con esta nueva realidad? Sin duda ésta nos exigirá mantener esquemas híbridos presenciales y remotos en muchas de las actividades que realizamos cotidianamente, como trabajar y estudiar, por lo que la demanda de servicios de conectividad seguirá siendo alta.
La nueva realidad sin duda estimulará la conectividad en los hogares. En las empresas, habrá un cambio de paradigma y mayor adopción de soluciones basadas en la nube; muchas empresas reconocerán el valor de la resiliencia que brinda acceder a una infraestructura tecnológica elástica de alta disponibilidad a través de Internet.