Por Erick de la Cruz Rojas
Publicado en agosto 9º 2021
A final del mes de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares (ENIGH) 2020[1]. Entre los datos más relevantes, se reporta una disminución en los ingresos de los hogares de 5.8%, un claro resultado del impacto de la pandemia de COVID-19 en la economía mexicana; sin embargo, se incrementó 6.8% el gasto en comunicaciones.
De acuerdo con los resultados de la ENIGH 2020, el ingreso promedio mensual por hogar cayó de $17,806 pesos en 2018 a $16,770 pesos en 2020. Por deciles, el de mayor afectación fue el más alto con una disminución en sus ingresos de 9.2%, mientras que el decil más bajo fue el único con un incremento de 1.3%.
Figura 1. Ingreso promedio mensual por hogar, total y por decil
De manera similar, el gasto corriente monetario[2] promedio mensual en 2020 de los hogares se vio disminuido 11.6% con respecto a 2018, siendo el decil más alto el que presentó la mayor disminución con -20.3%, mientras que el decil más bajo incrementó su gasto en 11.4%.
Figura 2. Gasto corriente monetario promedio mensual por hogar, total y por decil
Sin embargo, cuando analizamos el gasto en comunicaciones, vemos un efecto contrario: el gasto se incrementó 6.8%, que fue el resultado de la necesidad de conectividad en los hogares ante la pandemia de COVID-19 que se vio acentuada durante el 2020, cuando una parte importante de las organizaciones implementó el trabajo en casa y una parte del sector educativo implementó educación a distancia.
Figura 3. Gasto en comunicaciones promedio mensual por hogar, total y por decil
En la gráfica anterior, se observa una tendencia contraria a lo que sucedió con los ingresos y el gasto corriente monetario. Se identifica que los deciles más bajos incrementaron su gasto en comunicaciones, lo que refleja que hubo necesidad de conectarse o incrementar la velocidad de los servicios de conectividad para trabajar, estudiar e incluso para el entretenimiento, ya sea mediante conexión a servicios fijos o móviles.
Por otro lado, el decil de mayores ingresos disminuyó su gasto en comunicaciones, pues es un segmento que en su mayoría ya se encuentra atendido en servicios fijos y, que con el confinamiento hubo menos gasto en servicios móviles.
También, es importante resaltar que existe una brecha importante entre el monto del gasto en comunicaciones, pues el decil más bajo gasta en promedio apenas $227 pesos, mientras que el decil más alto gasta $1,371 pesos, una brecha de poco más de $1,100 pesos en promedio.
Como conclusión, hay dos estrategias que los operadores de telecomunicaciones pueden ejecutar para atender a los hogares mexicanos:
Ampliar la cobertura en zonas donde actualmente no hay, para cubrir las necesidades de conectividad con paquetes básicos y accesibles para estos segmentos de bajo ingreso.
Incrementar el ticket promedio en segmentos de gasto en comunicaciones más alto, mediante una oferta de diversos servicios paquetizados, que ha resultado ser una estrategia exitosa; además es necesario diferenciar su oferta de valor, pues la cobertura en zonas de alto gasto suele tener mucha oferta.
En ambos casos, tanto para los deciles más bajos como para los más altos, es importante mejorar la capacidad y la calidad de la banda ancha, porque si una lección nos ha dejado esta pandemia, es que aún existe una gran necesidad de conectividad y que los operadores pueden aportar de manera significativa a cerrar la brecha digital en el país.
[1] Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI. Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). 2020 nueva serie. Consultado en agosto 2021 en https://www.inegi.org.mx/programas/enigh/nc/2020/
[2] El gasto corriente monetario se define como la suma de gastos regulares que directamente hacen los hogares en bienes y servicios para su consumo. El gasto que se realiza para atender sus necesidades y cumplir con sus compromisos.